Historias y leyendas

Busca en Alfoz de Lloredo

Este Puerto, orgullo de Oreña y capricho de la naturaleza, es un marco incomparable de belleza natural. Rodeado de misterios, al igual que todo lo que se escribía de éste pueblo...viejo, con pocas leyendas y que el visitante ha de hacerse una idea de lo que puede ser esto y aquello..

Así ocurre con Puerto Calderón, ya no quedó nada de lo que fuese el Palacio de los Calderones, estuvo enclavado en lo más céntrico del terreno que rodea el Puerto y sus piedras de sillería fueron empleadas en la reconstrucción del viejo molino de Serranía.

Desde el mismo sitio donde estuvo enclavado el Palacio, mirando hacia el mar, queda a la derecha las minas centenarias o milenarias del Pollo, ricas en blenda. Y junto al mismo agua, que se cree sea la causa de que no se pueda hoy, allí mismo, hay unas rocas y en ellas unos restos de argollas que sirvieron para amarrar buques pero nadie qué barcos cargaban y descargaban.

Voy a escribir lo que queda de una pobre leyenda sobre los habitantes del Palacio. Allá por el año 1300 vivía un matrimonio de apellido Gutiérrez, él , y España, ella. Esta era doña Teresa, la cual, cierto día, se puso de parto y trajo a este mundo un niño, al parecer, muerto, y las vecinas, que la asistieron al parto, lo depositaron en una caldera. De pronto, doña Teresa se sintió muy mal y toda la atención de aquellas mujeres la dedicaron a la enferma, viendo que la causa de su gravedad era por un nuevo hijo. Cuando prestaron atención a este nuevo niño, salió llorando el de la caldera, había vuelto a la vida.

Se le apodó con el nombre de “Calderón” y más tarde, así se distinguió, terminando por adoptarlo como apellido. De esta manera, se creó un nuevo apellido, que en realidad era Gutiérrez. De este Calderón descendía y nacía en Oreña y Puerto Calderón don Alonso Ortiz Calderón, Señor de Oreña y Puerto Calderón, Almirante de la Escuadra de Castilla.

Hay personalidades en esta provincia que aseguran que las argollas de Puerto Calderón servirían para amarrar los barcos y, que para contrarrestar los fueros de San Vicente de la Barquera, desembarcaran sus fletes en Calderón.

Todos los palacios que había en Oreña, a excepción del de Oreña, han desaparecido. El último que quedaba en el barrio de Pedruno, con el escudo de los Calderones, al no ser reparado por sus dueños, lo han trasladado a Santillana del Mar y los de los otros barrios se derrumbaron ellos al no ser reparados por sus dueños. Así es que en Oreña, con su Castillo, también desaparecido, hoy sólo queda el de Quintana y no completo, pues hace años sufrió un incendio, perdiendo su primitivo valor.

El palacio de Torriente, hoy dos casas ganaderas, en las que su fachada principal y escudo sirvieron para cubrir el enorme corral para librarse del barro. Los del Barrio de Bárcena desaparecieron y hoy no sabe nadie que existieron.

Nadie sabe a ciencia cierta dónde nació don Alonso Ortiz Calderón, señor de Oreña y Puerto Calderón, pero casi seguro que sería en el Palacio del Puerto, donde desde niño se aficionaría a los asuntos del mar. Tampoco se oyó en el pueblo de las acciones de guerra en las que tomó partido este Almirante de la Escuadra de Castilla.

 

Valentín Usamentiaga.